Jugué a darte un día
y volví a perder,
me enrede en mis guiones
y tropeze con la mentira de mis labios.
¿ quizá por la pequeña libélula?
¿tal vez por respetar la promesa ausente de ella?
Las rosas se alejan,
les coquetea una nueva melodia,
sonidos de otras caricias,
colores de sinceras miradas...
Se les tienden manos
que no están ensangrentadas.
Mientras tanto camino una vez mas
hacia aquella banca...
... en la que deje aquel pañuelo...
¿te acuerdas querida Herida?
Volveré a tomar ese diminuto lienzo blanco,
lo dejo en tus manos noble pintor
retoma tus oleos, carbón y acuarelas
y construye la obra que tu quieras
No diré nada... te lo prometo.
moldea las ideas,
derrumba pudores,
disfrazame como gustes,
que el antifaz... siempre llevara tu nombre...
