Es el aire mas precioso
que he sentido en mi rostro
y tuve que envenenarlo.
Lo envenene con mentiras y engaños,
con traiciones que llevaran algunas
ligeras verdades colgadas.
No quiero excusarme y es que
realmente, no podría hacerlo.
Pero debo dejar claro
y aceptar que es un
ente frío y hermoso,
que gusta de atardeceres, tiempo y hojas.
que aborrece las horas caminadas de multitud,
y el verde materializado.
No sé si he de verte,
ver en ti esos ojos llenitos de lluvia
que llevan mi nombre.
que ganas de llorar,
que ganas de llorarte,
es verdad:
*Cuando sólo quede frío, pronunciaré tu nombre.*
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